viernes, 17 de abril de 2009

Un bienvenue chaleureux

escaleras de mármol
subo de tu mano
me excita el ascensor jaula
que habitaremos de inmediato

bajan señoras
que saludo cordialmente
mientras ellas salen
y nosotros entramos

es un bello prolegómeno
el mecerse acompasados

una de tus manos
suda resbalosa contra la mía
te sujeto hacia mi lado
luego de presionado
el quinto botón de la hilera
de negrísimos botones de al lado

sacudón y subimos
sacudón y tu otra mano
está en mi nuca, apretujando
reventámonos las bocas
contra el frío de los hierros forjados
ameniza el calor de tu cuerpo
entre el pudor y el desparpajo
de los ojos en los paliers que van quedando abajo

en uno de los extremos se ubica mi cuerpo
acorralado
con los excesos de tu carne
asfixiada por el embraguetado

envuelvo tu pantorrilla
evitando un pinchazo de taco
la pollera está arriba
tu mano es ella, ahora
cuando me estás apretando fuerte
con aquello que es tuyo
y de los de tu género
los muy masculinizados

y no me importa que nos vean
los del segundo y los del cuarto
a los del quinto los esquivamos
con sonrisas de recién arribados

las llaves cayeron
estruendosamente
sobre el mosaico veneciano
lo que sigue, me lo reservo
queda entre nos
y las paredes
del antiguo edificio
del barrio de almagro

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