las llaves colgadas en la puerta
del lado de afuera
escaleras empolvadas
dan la vuelta
iluminadas
por el ventiluz
cenital y esmerilado
el automatismo
y la coordinación necesaria
para subir una escalera
abrir el fuelle
retirar la ropa húmeda
cargar de vuelta
con la sucia
la medida de jabón,
a ojo,
y la de suavizante
a tope
cerrar
programar en cinco
acarrear el canasto
tender
mirando hacia el cielo
nublado
distingo la sombra de la torre de enfrente
con la de las nubes estacionadas
por ahora
no tan amenazantes
como la rutina