uno de domingo

un splash de agua fría en la cara
un día primaveral de agosto
el pelo negro enmarca el rostro
que ahora roza la toalla blanca
que mira su reflejo en el vidrio espejado
que seca las lágrimas que van cayendo
a pesar del frío contractor del agua de hace un rato
que buscaba congelar un poco los músculos
y adormecer los fervientes lagrimales
que están calientes
que están prolíficos
que derrotan y evaden
los efectos del agua fría del tanque
pasos,
pasillo,
el precipicio tiene resortes
la pollera de jean se sube
fricción de las telas
la remera es de algodón y justita
que se arruga y se pliega
entre las sábanas
entre la música
y la soledad
vestida para acostarse
con la coherencia de los pies desnudos
revolviendo la cama
claroscuros entre almohadas
aplastada
vista en el techo
hipnosis del ventilador en mínimo
ventajas del amable clima templado
mi gata al pie de la cama
debe creer que el humanismo está sobrevaluado